El oficio es mucho más que hacer pasteles
“Nunca he tenido un oficio ideal que quisiera desde pequeño. Me he criado viendo a mi familia en la pastelería y nunca me he planteado nada más. Cuando empecé, me di cuenta de que no quería dedicarme a otra cosa."
Desde pequeño, Pepe Isla, ya pasaba sus días en el obrador familiar. Vacaciones de Navidad y fines de semana eran para pasarlos entre pasteles en los locales Casa Isla de Granada, donde veía cómo día a día la gente iba a recoger sus piononos.
“Nunca he tenido un oficio ideal que quisiera desde pequeño. Me he criado viendo a mi familia en la pastelería y nunca me he planteado nada más. Cuando empecé, me di cuenta de que no quería dedicarme a otra cosa. Es un trabajo genial, aunque muy sacrificado. Aún no sé si este es el oficio de mi vida, pero cuando lo ejerzo disfruto un montón”
A pesar de su progresión, tras proclamarse campeón de España en el World Chocolate Masters, no olvida de donde viene, de esa pastelería con casi dos siglos de historia donde lo aprendió todo. “De mi familia he aprendido a tener mucha responsabilidad, a trabajar con una materia prima excelente y a vivir del oficio. Desde pequeño me han inculcado prestar la máxima atención al negocio, tener la disciplina necesaria para trabajar en una pastelería.”
“El chocolate abre un mundo infinito de posibilidades, porque puedes hacer desde un bombón hasta una tarta o un helado, pasando por una pieza artística. Es un producto muy curioso que se parece al vino, ya que dependiendo de la temporada o de la cosecha, tiene unos matices diferentes.”